El Porteo del Contrabajo
Uno de los asuntos más importantes a solucionar cuando se inicia la “aventura” de tocar el contrabajo es resolver la forma de transporte que más nos convenga.
No es un asunto menor y si acertamos con la solución nos puede ahorrar algún dolor de espalda o incluso lesión. Hay que tener en cuenta que un contrabajo más la funda puede pesar entre 10 y 20 kilos fácilmente. Si además añadimos atriles, partituras, mochilas... el peso puede ser considerable.
Toma en consideración las siguientes ideas y reflexiona cual es la forma que más te conviene para repartir mejor el peso y transportar cómodamente tu instrumento.
Hay tres formas básicas de moverse con un contrabajo: a pié, en transporte público (metro, tren, bus, avión) o en transporte privado. Y también hay tres sistemas básicos de hacerlo: con rueda en la pica, con carro, o con funda con ruedas.
Después de años dándole vueltas a la cosa, he resuelto que a cada forma le conviene un sistema, el problema está en que todos combinamos en un momento u otro alguna de esas tres formas o las tres.
En este artículo me propongo analizar esas formas y sistemas y al final mostrar alguna de mis conclusiones, que espero te puedan ser de ayuda.
La Rueda.
Las buenas ruedas son con cámara de aire inflables. Hay que tener la precaución de NO inflar demasiado la cámara. Al dejarla algo blanda, nos proporcionará esa amortiguación extra que evitará que pasen las vibraciones al instrumento. Por tanto es del todo desaconsejable usar una rueda maciza, que sería demasiado rígida. Es un compromiso entre comodidad y seguridad, ya que cuanta más presión tengamos en la rueda, también tendremos más comodidad y maniobrabilidad, pero como hemos visto, menos seguridad. Busca el punto. Otra precaución importante a la hora de elegir rueda es que el diámetro de la tija de la rueda, debe coincidir exactamente con nuestra pica. Es muy importante este punto, ya que si usamos un diámetro inferior en la tija de la rueda, ésta bailará y no se ajustará nunca bien y en el peor de los casos puede ocasionar la rotura de todo el cono de la pica por estar haciendo palanca en el interior del agujero.
El Carro.
Hay muchos tipos de carros y estructuras o plataformas más o menos rígidas donde apoyar el instrumento. Tienen la característica común de tener todos dos ruedas. Esto, que es fundamental para la estabilidad, afecta un poco a la maniobrabilidad de los mismos, ya que al no tener dirección, las ruedas tiran fijas hacia un lado u otro y hay que ir compensándolo con movimientos de hombro o pequeñas rectificaciones. Las plataformas suelen ser muy seguras para el instrumento y aunque no tengan ruedas inflables, si disponemos de una buena funda, con acolchado suficiente, esto deberá bastar para no dejar ninguna marca ni afectar al instrumento de ninguna forma. Pueden hacerse de forma casera reciclando carros de la compra con coste cero o pueden comprarse de muchos tipos. En las grandes superficies de bricolaje o en las ferreterías de barrio, suelen vender carros de transporte multi-usos, algunos muy cómodos y ligeros, incluso plegables. Los porta maletas también funcionan para este cometido. Por supuesto hay varias opciones comerciales como el BassBoogie, que funcionan muy bien y son buena opción si no nos importa gastar un poco más. Como es sabido tienen la ventaja de permitir dejar al instrumento de pié. Pero hay que tener mucho cuidado con esto, ya que la estabilidad no es total y he reparado ya unos cuantos instrumentos en el taller por roturas producidas por descuidos con el carro. Tienen el inconveniente de un montaje más aparatoso que la rueda, más la necesidad de gomas, cuerdas o “pulpos”, y el peso, en algunos casos.
Funda con Ruedas.
Las fundas con ruedas pueden ser buena opción en casos muy concretos. Es el sistema más sencillo en cuestión de montaje ya que no requiere en absoluto, las ruedas vienen incorporadas en la funda. El peso añadido es mínimo y podríamos decir que aquí se acaban las ventajas sobre los otros dos sistemas. No aporta más maniobrabilidad que el carro, en todo caso similar, pero tiene el serio inconveniente de NO ser para nada “todo terreno”. Las ruedas son pequeñas y se atascan al mínimo desperfecto del suelo. En cambio en suelos perfectamente lisos (tipo aeropuerto) funcionan muy bien. Hay que tener una precaución con algunos modelos en los que no se ha previsto una protección para los remaches que sujetan la estructura de las ruedas a la funda y que quedan a la vista y en contacto directo con el instrumento por la parte interior de la funda. Estos modelos ocasionan serios desperfectos al barniz en la parte inferior del fondo.
Conclusiones.
Después de mucho años de mover contrabajos por todas partes, usar los tres sistemas mencionados y recoger todo tipo de datos, anécdotas y opiniones de clientes contrabajistas tengo que decir que para mi, la mejor solución es la combinación de los tres sistemas en función de las necesidades de transporte que tengamos y de esta manera podremos aprovechar las ventajas que nos ofrece cada sistema. Si bien, somos bichos de costumbres y muy fieles a un solo sistema “el que nos va bien” y en general, no queremos ni oír hablar de cambiarlo...
Yo suelo decir que el mundo contrabajístico se divide entre los de carro y los de rueda y aquí mi propuesta sé que es transgresora y dará que hablar :D
Si debemos hacer un trayecto relativamente corto a pié, sin tomar ningún transporte público, la mejor opción es la rueda. Es la que, con diferencia, nos va a proporcionar mayor maniobrabilidad y comodidad, una vez acostumbrados a ella. Además también permite dos configuraciones: de frente y de costado. Para mi, la más cómoda es de frente, porque el instrumento pesa igual de los dos lados y por tanto queda bien compensado, aunque es cierto, que dá algo más de problemas a la hora de pasar por puertas o sitios estrechos, ya que los contrabajos son siempre más anchos que profundos. En la configuración de costado tendremos siempre un lado con más peso y el instrumento tendrá tendencia a “caer” hacia ese lado. Lo tendremos que compensar con golpes de hombro que nos pueden acabar cargando demasiado la zona. En principio a pié, no vamos a detenernos, más que en algún semáforo, por tanto no necesitamos una estructura que permita dejar el instrumento de pié. Y una vez llegados a destino, simplemente desmontamos y a tocar. Es cómoda y permite un paso más ágil.
Si nuestro trayecto combinará el ir a pié más un transporte público, el carro entonces tomará algo de ventaja ya que será mucho más práctico una vez dentro del metro, tren o bus debido a su cualidad estrella; esto es, poder quedarse de pié. Si tienes que ir mucho en metro, pasando continuamente por las puertas de taquilla, que generalmente son muy estrechas, salvo la de minusválidos que no siempre está disponible, puede que te interese un carro o estructura que disponga el instrumento en configuración de costado.
Y por último, si nos movemos principalmente en vehículo privado, puede ser útil no usar ningún método alternativo más que los brazos, ya que rueda y carros molestan a la hora de entrar en coches. O podemos usar una funda con ruedas, que nos puede ayudar puntualmente esos pocos metros que habrá que hacer entre el coche y el escenario o local. También es útil para moverse en aeropuertos.
Lo dicho, una combinación de dos de los tres o incluso los tres sistemas pueden dar perfecta solución a las variopintas necesidades de transporte de nuestro instrumento. Y sobre todo, recordad, no menospreciar este asunto, ya que no hay nada más frustrante que lesionarse transportando tu instrumento.